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Entrenamiento de Fartlek es uno de los entrenamientos que logra el desarrollo del corredor y de proporcionar a la persona con un entorno que es un cambio en sus alrededores normales cuando realiza una sesión de calidad determinada por el esfuerzo.

El término de entrenamiento FARTLEK se origina del sueco y significa “juego de velocidad” (fart = velocidad, lek = juego) y provee una excelente sesión de resistencia e intensidad, al igual que incrementa la velocidad y la respuesta en la carrera, entrenamiento desarrollado en la década de 1930-40.

El objetivo fundamental del entrenamiento atlético para corredores de fondo y medio fondo es producir eficientes cambios fisiológicos en los sistemas funcionales que permitan al organismo correr a intensidad sostenida en las distancias establecidas.

Analizando las carreras de fondo y medio fondo se verá que el factor principal a desarrollar es la resistencia especial y su objetivo es el que el corredor pueda mantener una intensidad por un tiempo determinado y aún así, variar esta intensidad en el trayecto a cubrir.

 Tal como lo dice el significado de la palabra, el entrenamiento está basado en el juego de velocidad o de carrera alternada en intensidad, en diversos ritmos, con una percepción del corredor en “según como se siente” para aplicar la variación de la velocidad.  Se recomienda para este tipo de entrenamiento efectuarlo en terreno variado (planos, lomas, pendientes, todos en distancias variables) y este trabajo usualmente puede tomar entre 40 minutos a 120 minutos (2 horas).

 Al poder realizarlo al aire libre y en terreno, se debe aprovechar todos los accidentes geográficos o alteraciones del terreno para poder obtener todas las ventajas de la combinación de técnicas y lograr un acondicionamiento general.  En ausencia de terreno variado, puede utilizar caminos con altitudes variadas para poder lograr variaciones en la velocidad.

 Este tipo de entrenamiento contribuye enormemente al desarrollo de la potencia aeróbica, con adaptaciones fisiológicas que resultan del trabajo cercano al área funcional del máximo consumo de oxígeno (Vo2Max) estimulando le máximo de las capacidades aeróbicas, realizándose a ritmos similares a los de las carreras que van desde 5 hasta 15km.  La intensidad de la sesión debe estar comprendida entre el 90% al 100% de la capacidad máxima del corredor.    Teniendo como base las ecuaciones de frecuencia cardíaca máxima, el corredor deberá establecer sus niveles de intensidad máxima y recuperación según su estado fisiológico, tanto de frecuencia cardíaca máxima (según edad) y la relación de la misma con la frecuencia de reposo 12-24hrs posterior a la sesión de trabajo. 

Estas frecuencias cardíacas son la estándar o más conocida:  HRMax = 220 – edad, o según P.O.Astrand  HRMax = 216.6 – (0.84 x edad) la cual fue utilizada en sus estudios experimentales en personas con capacidad de realizar esfuerzos físicos relacionados con edad y sexo.   Si tomamos en cuenta que la ecuación estándar tiene una ajuste de 10% en incremento para personas que ya están en actividad física regular, la ecuación de P.O.Astrand se acerca a dicha teoría.  

El uso de un monitor de ritmo cardíaco durante estas sesiones también es beneficioso, pero solamente si el corredor tiene la disciplina para ajustarse a los parámetros cardíacos según edad y a los niveles de intensidad para cada sesión.  Si el corredor permite que el ego domine la sesión en vez de su cerebro, preferible que no lo utilize, no tendrá ninguna aplicación.

Si la intensidad es muy cercana, igual o superior a este parámetro y la recuperación o período intermedio entre las máximas intensidades es la equivocada, lo único que se obtendrá al final es acumulación de fatiga, desgaste muscular y la imposibilidad de tener un buen desempeño el día de la competencia.  No debe caerse en el juego de “superar la tolerancia a la fatiga y dolor”, solo se obtendrá cansancio y ya que no se obtendrá el resultado final, que son las adaptaciones fisiológicas de la sesión de entrenamiento. 

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